En la edición de este año del Salón de Ginebra, Mercedes ha presentado este prototipo experimental con dos opciones de propulsión, una tipo híbrido enchufable y otra de pila de combustible.
La primera alternativa permite lograr prestaciones de auténtico deportivo alcanzando 250 km/h y 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, con un consumo combinado de sólo 2,9l/100 km. En modo totalmente eléctrico la autonomía es de 30km y se pueden alcanzar 120km/h de velocidad punta, y en modo combinado, 700 km gracias a los 45 kitros del depósito de gasolina y los más de 10 kWh de las baterías de ion-litio.
La segunda opción mecánica es un sistema eléctrico por pila de combustible, en el cual la reacción química entre el hidrógeno almacenado y el oxígeno del aire produce corriente eléctrica y por el tubo de escape sólo sale vapor de agua. La autonomía en este caso es de 600 km y alcanza una velocidad punta de 180 km/h (limitada electrónicamente).
Mide 4,75 metros, su techo trasparente está divido en segmentos para aportar un extra de luminosidad, sus puertas traseras son correderas y están suspendidas en un brazo oscilante.
La estructura de los asientos es de magnesio y fibra de carbono, totalmente futuristas y tiene unos revestimientos en madera chapada.
Así mismo ofrece la última tecnología a bordo con una nueva interfaz Cam-Touch-Pad para acceder a todas las funciones internas (climatizador, teléfono, audio, navegador, conexión a internet...), manejado todo desde un panel táctil en la consola central. Un cámara graba los movimientos de la mano y reproduce una silueta transparente en la pantalla central, para navegar virtualmente por los menús.
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